Yo cuando comencé a tocar, imagínate que tenía 14 años, lo típico era ir al club del lugar. Claro, era la referencia. En el medio presentaban un show y aparecía vos tocando con tu grupo.

Creo que es importante, digo para un artista, la vigencia, no importa el formato y el lugar de las presentaciones que ha ido mutando?

Sí, yo estoy muy conforme con mi vigencia, no solo por la vigencia en sí, sino porque he podido ir llevando esto cronológicamente, conservando mi estilo, escribiendo mis canciones, y tocando de alguna manera caprichosamente lo que me gusta tocar en el momento, en todos los lugares. Si bien hay, lógicamente, en una carrera tan larga, un montón de canciones que son muy conocidas de distintas épocas, por supuesto también las toco, pero toco muchísima música que no se conoce de la tanta que tengo escrita y grabada a través de los años.

Por eso digo, es importante cuando uno, como es mi caso, he tocado ininterrumpidamente haciendo lo que me gusta, y también pasando por los distintos estados culturales, sociales y políticos. Es muy importante, por un lado, saber que siempre la gente que te acompaña, yo tengo un público, hoy en día, donde hay una parte de público que tiene que ver con mi propia generación, los que me conocieron en su adolescencia, y después mucho público que tiene 35, 40 años, y también un poco de adolescentes, de pibes más jóvenes, a veces llevados por su propio padre o hermano mayor, o así se va dando.

La música va cambiando, y también sigue permaneciendo el recuerdo de las otras canciones, y eso te hace conformar un repertorio bastante sólido que podés tocar en un montón de lugares para distintas generaciones, justamente.

Hay muchos jóvenes que escuchan nuestro Rock Nacional…

Vos sabés que esa es una sensación que yo tenía también en mis inicios, en Rosario, porque en mis viejos tuve la suerte de que eran músicos los dos, y me abrieron la puerta y me enseñaron, me transmitieron la vocación desde muy chico yo. Entonces a los 10 ó 11 años yo escuchaba discos raros para mi edad, escuchaba discos de jazz, escuchaba John Coltrane, escuchaba George Gilberto, escuchaba Mile Davis, y yo me gustaba mucho esa música y decía, uy, pero todos estos tipos son viejos, son más grandes que yo, no los voy a seguir nunca, no los voy a ver, y después me di cuenta que justamente el arte que te llega al corazón, que te gusta y que te formás con él, no tiene calendario fijo, no tiene un tiempo cronológico. Está la música ahí flotando, la prueba es que hoy en día yo, de esos artistas que te cuento, sigo escuchando discos que algunos tienen como 50 años los discos.

Puntualmente el rock nacional, parece tener como un código de seguridad, porque pasan y pasan los años, pasa el tiempo, y vos viajás en ruta por ejemplo, y son temas que recontra escuchaste y volvés a escuchar y te vuelven a gustar…

Bueno, eso debe tener mil explicaciones, y también en cada persona un recuerdo, una evocación distinta, pero digamos que me parece que lo que emanan estas canciones de aquella primera época, en mitad del 66, 67 y adelante, lo que emana es que no son canciones que fueron creadas por una necesidad inmediata comercial, ni una moda, nada por el espíritu, y yo creo que esa carga afectiva, espirituosa que tienen estas canciones, son lo que ha quedado grabado a mucha gente, y es lo que se transmite luego en las nuevas generaciones.

Cómo te preparas para llegar a Bolívar?

Bueno, muy bien, me gusta a mí tocar todo el tiempo, nunca he parado de tocar, gracias a Dios. Ahora la he agarrado hace unos cuantos meses, con mucho énfasis, porque hace más de un año atrás tuve un accidente, tuve una fractura en una pierna de rótula y en el brazo de húmero, y eso me mantuvo un año en recuperación de kinesiología y toda esa historia, porque es tan difícil recuperar que se restablezcan los huesitos. Uno no lo sabe hasta que se quiebra, me resbalé en un lado, no me pasó nada extraño.

Me resbalé y me fracturé las dos de húmeros y rótula y me tuvieron que operar. A los dos días lo hicieron, salió bien la operación y empieza la recuperación. Y aún todavía te digo, no tengo ningún dolor, gracias a Dios, y estoy tocando mucho, porque ya estos últimos meses he tocado este año en más de 40 lugares.

Dublín es un lugar muy lindo y mínimamente voy a estar una hora y media, con un montón de canciones, algunas que son muy conocidas, y otras que no son conocidas, pero que justamente al ir a los lugares me encargo de ir divulgándolas, cantándolas, mostrándoles a la gente.

A veces son canciones viejas, pero que no han tenido la suerte de ser divulgadas. Viste que sale un álbum nuevo que vos tengas y te ponen un tema cuando te hacen una entrevista y a lo mejor hay un tema que el que más escucha o el que más tiene el don de gustar y el resto de las canciones quedan ahí perdiditas, olvidadas. Y hay muchas que son muy lindas y están al mismo nivel que la que logra ser más difundida.